SOBREDOTACIÓN INTELECTUAL

por | Feb 21, 2024 | Uncategorized

Los niños que tienen sobredotación intelectual por poseer un grado de inteligencia por encima de la media no se encuentran con una vida más fácil, sino que requieren de atenciones educativas especiales, que les ayude a entender su situación de excepcionalidad. De hecho, el índice de fracaso escolar entre este grupo de alumnos se encuentra nada más y nada menos que en un 70%. La historia está llena de ejemplos de estos niños: a Albert Einstein sus profesores lo consideraban un alumno mentalmente lento y poco sociable, Isaac Newton obtenía un rendimiento académico muy bajo y Santiago Ramón y Cajal estuvo casi un año completo como ayudante de zapatero porque no aprobaba los exámenes y faltaba al colegio.

Identificar a estos alumnos no es fácil. A veces los padres tienden a valorar como inteligentes a los niños aplicados y obedientes, que obtienen un alto rendimiento académico. Sin embargo, el niño que es independiente y formula preguntas embarazosas no es considerado como tal, a pesar de que la originalidad y la curiosidad denotan inteligencia superior.

Es importante distinguir a niños con altas capacidades, que destacan sobremanera en alguna habilidad concreta, de los niños con sobredotación que destacan en muchas áreas y habilidades y manejan una rapidez en los procesos mentales cuya mejor descripción podría probablemente ajustarse al concepto de brillantez. Estos niños pueden ser muy diferentes unos de otros, no existe un prototipo de sobredotación intelectual, aunque sí comparten ciertos criterios que los convierten en niños con una inteligencia superior. Se caracterizan por tener una desarrollo del lenguaje bastante alto, con un vocabulario muy amplio, desde pequeño pueden elaborar frases largas, con un alto número de palabras, para su edad. Presentan una capacidad de abstracción y concentración muy buena si algo les interesa. Su memoria puede resultar asombrosa, en especial para explicaciones y relatos. Aprenden a leer muy pronto, en algunos casos con 3 años han aprendido a leer sin que nadie les enseñe. Le gustan, más que a los demás, los números. La creatividad y la originalidad son signos muy característicos, inventan juegos, historias e incluso artilugios que difícilmente podría ingeniar un adulto. Es frecuente que pregunten sobre cómo funcionan las cosas y suelen desmontar y volver a montar los mecanismos hasta destriparlos y comprenderlos. Pueden ser muy persistentes cuando quieren saber algo, con una alta resistencia a la fatiga.

Uno de los grandes problemas con los que se encuentran este tipo de chicos es la gran discrepancia entre el lenguaje hablado y su nivel de conocimiento, con su nivel de madurez emocional y conocimiento social. Manejar un sentido del humor propio de su edad mental, habitualmente no es entendido por sus compañeros que tienden a rechazarlos o incluso a acosarlos en la escuela. Tienen que relacionarse con personas de mayor edad, que no siempre lo permiten. Se aburren y sólo sacan buenas notas en aquello que les interesa. Son muy exigentes y críticos consigo mismos lo que generalmente afecta a su autoconcepto y puede provocarles una alta inestabilidad emocional e importantes problemas de adaptación a nivel personal, social y escolar o incluso laboral en la vida adulta.

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